Villa Maipú - San Martin*

Y piso las calles de mi barrio.
Camino con miedo.
Miro para todos lados, las sombras que van/vienen adelante me aterran.
Y resulta que es alguien mas cagado que yo.
Me río solo, hasta que aparece otra.
Tengo miedo que cuando me estén asaltando me suene el celular.
Si veo caras feas, me hago como el puesto. Camino raro. Me toco la nariz.
En lugar de evitarlos me les voy encima.
Tengo mucho miedo.
Por las dudas tengo las llaves en la mano, y me imagino como les pegaría.
(Como dijo Umpi)
El corazón me late por todo el cuerpo.
Un gato. Casi me muero.
Camino más rápido.
Escucho silbidos. Es código carcelario. Me están marcando.
Corro.
Veo un patrullero, y ya no sé si me dan más miedo ellos que los chorros.
Me hago el ido.
Pienso si traje los documentos. Pienso si tengo crédito para llamar a mi tío que esta metido en la política.
Cuando madrugo es lo mismo. Salgo cuando ellos llegan.
Me encuentro amigos de cuando éramos chicos. Están puestos. Tengo miedo que se acuerden que yo no les prestaba los muñecos de los “Thundercats” y por eso me metan plomo.
Si me roban pasa rápido. Pero si me piden plata, monedas, billetes, me pongo nervioso, me incomodo, ¿me quieren robar o no?, me dicen que me dan cambio. Tengo miedo.
Entro en casa.
Escucho ruidos. Corren por el techo. Me duermo con el celu cerca. Con el 911 marcado.

Mi barrio era hermoso.
Antes jugábamos a la escondida y al poli-ladrón.
Ahora también.