bitter sweet*

No puedo ser feliz.

No debo ser feliz.

La alegría permanente como acto de egoísmo.

Del abismo de las penas emerge mi fuerza e inspiración.

Este sentir desgarrante me obliga a crear. Curar. Defender. Morir. Luchar. Volver a nacer.

Cada vida sonriente fue testigo de mi entrega incondicional al pánico.

Aliviado en la compasión de sus brazos dejé ir mi luz. Y no la extrañé.

Hoy me destrozo cual espejo para ser mil años de mal augurio.

Lo llaman loco y se ríen de él. Lo llaman delirante y le dan la espalda. Lo llaman pedante y lo odian. Lo llaman amigo y lo ignoran. Lo llaman estúpido y lo admiran. Corre. Huye. Ya no sueña, hace. Me intriga. Lo sigo. Lo alcanzo. Lo atrapo y desenmascaro.

Él soy Yo.

el día que las lágrimas llegaron*

Hundido en la felicidad más dolorosa que mi alma pudo alguna vez imaginar te extraño.

A pesar de no conocerte te extraño; será porque mi piel todavía tiene recuerdos de todas las veces que nos asesinamos a través de las vidas que nos ataron.

De rodillas, sumiso, te miró desafiante y con un latido rabioso deschavo mi corazón para que lo destroces.

No quiero ser feliz. Quiero padecerme en miedos y locuras personales a través tuyo.

L

La otra

Suya es la luz, la diversión, los flashes y los albums.
Mía la sombra.

Cuando te sé feliz,
soy ponzoña.
Y la ponzoña es venganza.

San Valetin de 364 días...
Un “para siempre” que dura lo que un turno,
Amor a contra turno.
Garche de hora del almuerzo.

Yo me guardo en la entrepierna todas las caretas.
En este cuerpo todos son sádicos ángeles.

No tengo nombre,
Soy una clave en el celular,
Soy un partido de fútbol,
Un trabajo hasta tarde,
Una salida con amigos.
No soy nada.
Soy todo.

Las trabas, prejuicios y estandartes de la sociedad
Hicieron de mí un rey en las tinieblas.
Una bomba llena de mierda siempre a punto de estallar.

El miedo, la falta de confianza y años de novelas,
Hicieron de mí un ser simbiótico débil,
Dependiente de lo que no existe.
Unido a la vida por el fino hilo de una promesa.

Shhhhh
Silencio.
Mi momento llega.

Mi grito es callado.

Mi agonía también.

Pero sonrío…
En mi muerte se irán tus ojos…

Calla el mundo. Calla mi corazón…

quizás ese dolor enorme en el pecho solo sea el corazón estallando hacia un futuro pródigo...

quizás ese peso en la espalda que me lleva a besar el suelo sea la falta de costumbre de llevar estas enormes alas que nacieron...

quizás todas estas lágrimas solo sean agua salada que limpia los restos del pasado...

quizás el dolor de no abrazarte solo exista por el hecho de que no te conozco...

quizás este vacío enorme solo signifique que cuando llegues vas a llenarlo todo...

quizás este dolor me haga fuerte...

quizás tan fuerte como para que el día que llegues yo sea uno, y vos uno, y los dos seamos uno...

quizás...