domingo, 20 de diciembre de 2009

Pensaba*


Se me había ocurrido un texto re copante, tenía como dobles sentidos y mal escritos adrede re jugados. Una locura, pero como no tenía birome y me había clavado un “piel de iguana” en una recepción se me olvidó todo al carajo.

Y en eso seguí caminando y me sentí feliz, y no sé, yo no suelo ser feliz, no está bueno.
Al toque que me sentí así se me vinieron bocha de bombas depresivas: recuerdos de ex q no existen, teorías rebuscadas de cómo voy a fracasar en lo que todavía no empecé, penas de penas que nunca pené. Y en eso metí la pata en un cúmulo de mierda con brillantina (Silvio Rodríguez, yo ya encontré tu unicornio azul, enseñale modales)

Entonces algo más o menos me cerró.
No soy adicto a ninguna droga. No soy adicto al alcohol. No soy adicto a etcéteras. En un tiempo me consideré adicto al amor, pero no.
Soy adicto a las emociones.

Si estoy bien tengo que pegarme un volantazo letal a la depresión. Si voy bajón me pego un saque de alegría espontánea. Necesito esos cambios fuertes.

Dibujo historias y personas, teorías e historias de vida todo en función de mi conveniencia. Yo sé lo que decís, pensás y hacés. Todo es una cultura porno de mi lime masturbatorio sentimental.

Y el texto q no aparece en mi cabeza.
Y yo que sigo siendo tan “yo”
Y de repente todo el mundo me amaba. ¿No será mucho chicos?

Soy feliz. Que embole. Mejor me centro en todo lo q no tengo (y no necesito)
Resulta que soy popular ahora, cosa rara. Al mundo le faltan referentes. No me miren.
Soy Lucas.

2 comentarios:

  1. Matese y reviva, que si uno se mira demasiado descubre que no hay nada mas que un montón de huesos rodeados de carne agujereada.
    SAludos escoceses con ringtone de yingerbel yingerbel and all de bells!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Siempre trato de escribir algo inteligente...
    hoy voy a evitarlo. Me gusta leerte tocayo!
    Un saludo.

    ResponderEliminar